Mientras transitaba distraídamente sobre una céntrica y atiborrada calle limeña, tropecé con periódicos que aludían al proceso legal abierto por el Perú contra nuestro vecino y hermanos del sur, Chile, ante la Corte Internacional de la Haya sobre el diferendo limítrofe del mar. Algunas personas se regocijaban y despedían cierta animadversión contra los sureños, otros, espantados, pensaban en sus hijos, algunos frívolos preferían incrustar sus miradas ante algunas portadas libidinosas, mientras otro reducido grupo percibían con cierta preocupación social más allá de reacciones mencionadas; inesperadamente pasé a conformar parte de este último e insignificante grupo, conllevándome a la conclusión practica, que el fantasmal agua sazonada, lecho del mejor potaje afrodisíaco de tanta demanda mundial, oculta grandes riquezas que desconocemos, ya lo dijo el famoso oceanógrafo francés, Jeac Ives Cocsteau, “no veo el cielo sino el mar donde hay riquezas”, riquezas que puede desencadenar guerras, hambre y miseria, con la consabida consecuencia posible que engendra solamente las evitables conflagraciones, invitándonos a dudar que haya algún triunfador, no obstante, creemos estar seguro que ambas partes pierden la oportunidad de convivir en paz. Es una gran aventura toda convivencia pacífica para la civilización, basta tender las miradas sobre nuestra vecindad, con aquello del agua ya es algo mucho más serio, pues están disputándose en las cartas legales un trozo del futuro de ambos países y también la nuestra como hombres sedientos de agua y esperanza, como el maná del desierto de los lejanos tiempos bíblicos, que no sólo permitió mitigar el hambre, sino también los abrevió en una mutua convivencia.Parafraseando las palabras del ex vicepresidente de los Estados Unidos de América en las postrimerías del gobierno carismático de Bill Clinton, a finales de los noventa, el doctor e investigador galardonado con el Nóbel de la Paz, All Gore, quien sostuvo públicamente, “ los recursos naturales del mundo, no pertenecen al territorio donde está ubicado sino que, éstas pertenecen al país que tenga la suficiente capacidad de administrarla equilibradamente para el beneficio de la humanidad”, este moderno planteamiento nos conduce a una dolorosa reflexión donde ponemos sobre el tapete de la incertidumbre, si los recursos naturales que tanto hacemos alarde de ellas, que la poseemos en abundancia, todavía nos pertenece o se ausentará porque lamentablemente nunca aprendimos convivir con ella. Chile, llamado ahora con justa razón el niño rico de suramérica, apelativo ganado gracias a la creatividad e indesmayable lucha de sus habitantes por un mundo mejor, para algunos incómodo, y para muchos compatriotas una dulce tentación de poder escapar de la pobreza, ha retornado con toda la parafernalia que nos puede brindar la fina diplomacia apoyada en sólidos argumentos globales enfocada sobre la capacidad de administrar los recursos naturales renovables y no renovables. El Perú como hace mas de diez décadas o desde siempre, todavía no ha conseguido arraigar en las masas y sobre todo en la clase política dirigencial el significado de un objetivo geopolítico hacia adentro, como tampoco ha logrado establecer un plan nacional de largo aliento que nos conlleve al desarrollo, muy por el contrario los grupos de turno que estuvieron en el poder, maquillando hábilmente la sin hueso, plasmando farsas sobre pliegos que todo soporta, han hecho el esfuerzo sobrehumano de despilfarrar el dinero del dormido pueblo con el oscuro afán de hacerse ricos, haciendo de la política como el fútbol una verdadera carrera que crea los nuevos dueños del país. Naturalmente , ellos, muestran su irremediable incapacidad frente a esta preocupante situación.Recogiendo la idea del ex candidato demócrata que acaba de publicar su importante libro sobre problemas ecológicos globales, dicho sea de paso, los Estados Unidos de América se niega a firmar el acuerdo de Kyoto. Conociendo nuestra incompetencia en el manejo de los recursos naturales que, en vez de cuidarla, la exterminamos salvajemente, a ello, agregando la presencia de una limitada fuerza militar sustentada por una pobre economía, ahora golpeada por la naturaleza telúrica, Chile tendría sobrados argumentos para apoderarse el lago más alto del mundo, el Titicaca, el oro liquido en abundancia, que todavía no la explotamos, tan importante como el trozo de mar que ahora está en disputa según cree el Perú. pecando de atrevidos, algunos analistas sostienen, frente a un posible enfrentamiento bélico en sur América, los norteamericanos, supuestos aliados del Perú, haría oídos sordos, como en duras épocas de las Malvinas, con el fin de sentar precedentes y darles pie y el pleno derecho natural y legal, a tomar por asalto el mundo entero, en pos de los recursos naturales y el agua como la única superpotencia, militar, económica y tecnológica.Con el fin de contrastar esa cruda realidad posible, los países que hasta ahora poseen la biodiversidad más grande del mundo, como el Brasil, están construyendo alianzas legales y estratégicas, con naciones poderosas como la China, y los países árabes, con el objetivo de crear bloques continentales y hacer en conjunto un frente poderoso ante esta nueva amenaza mundial, ya que el petróleo así como alguna vez lo fue el salitre, llegará el tiempo de echarlos de menos, entonces los ojos del mundo acariciaran los verdes recursos hídricos- Inmediatamente surgen interrogantes: ¿qué está haciendo el Perú?, mejor pregunta ¿qué hacemos nosotros los ciudadanos? , como alguna vez pregunto J.F. Kennedy. ¿Cómo nos ira en nuestro aventurero pleito legal ante el tribunal de la Haya? de resultar favorecidos, ¿Chile aceptará con los brazos cruzados?, no obstante, la postura frontal de la presidenta chilena, “no tenemos nada que discutir con el Perú”, frase connotativa que abre las puertas infinitas alleve terreno de las especulaciones; ¿qué hacen los grupos de poder? creo que ha llegado el tiempo de poner las barbas en remojo, hay quienes creen que se debiera apostar inteligentemente por la convivencia pacífica y la explotación equilibrada de nuestros recursos y gritar al mundo ¡no a la guerra!, ¡si a la utopía, es decir si a la convivencia!, preferimos la guerras de ideas que es más excitante y paradójicamente nadie aparece derrotado, ambas ganan, ¿verdad que suena bien?, todavía estamos a tiempo. La Patria de Allende, Neruda, y Víctor Jara también es nuetro suelo, Chile es parte de nosotros, vivamos en paz con agua para todos.
BIBLIOGRAFIA REFERENCIAL
01.- Declaraciones del Dr. All Gore, ex vicepresidente de Los Estados Unidos.
02.- Obras de Jorge Basadre sobre la historia peruana.
03.- Artículos del Suplemeto Dominical del diario El Comercio, Perú.
04.- Artículos del Suplemento Domingo del diario La República, Perú.
05.- Artículos varios aparecidos en diarios del mundo que tratan sobre Biodeversidad y ecología.
06.- Historia Universal, del Instituto Gallach, publicado bajo el auspicio del diario La República, Perú.
07.- Artículos varios aparecidos en diarios del mundo que trata sobre las causas de las conflagraciones bélicas.
08.- Artículos aparecidos en internet que pone en discusión los problemas del mundo y el futuro de la humanidad.
09.- Artículos aparecidos en internet que trata sobre las conflagraciones bélicas.
10.- Algunas ideas del famoso oceanógrafo francés Jeac Ives Cocsteau.
11.- Declaraciones de Michael Bachelet, presidenta de Chile.
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